miércoles, 5 de marzo de 2014

Un insulto


Alguna vez te ahogo el huracán furioso de un buen insulto?
Lo salivaste con la misma ardorosa sangre que se te coagula impaciente en las venas de tanto callarte?
Yo no, pero un día lo soné y tuve la brillante idea de escribirlo aquí.
Apelando al misericordioso buen gusto de la población que pudiera llegar a leer mis puras y fétidas lineas bien paridas en un ataque de incontrolable pero silenciosa furia, les dejo algo imposible de dedicar cara a cara:

“Pedazo de cucaracha resucitada, del triste pozo negro donde descansan los vestigios de mierda que te fluyen lento por la venas de hierro oxidado, como el mismo impulso nervioso que te recorre mal cogido desde la decadente adolescencia: podes comerte la gruesa musculatura erecta de lo poco que se anime, por el recto de tu colon gratuito y publico , que tal vez la alegría te humanice un poco la masa putrefacta y amorfa de corazón que te regalo el mismísimo demonio cuando se la cogió a la fuerza, y rezongando le acabo de lejos, a tu purísima madre...”
Perdón, que mas puedo decir, para todos ustedes. Fue un día de esos...
Multi...es cierto, bipolar es poco. Así es la vida, hay que sonreír cuando querés decir esto.
Mi dulce yo, un poquito colérico... educado, por cierto.

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