Me propuse demostrar lo contrario.
No exagero con fantasías estéticas (lo que no descarta su existencia), tanto como con esa realización personal que no encuentra el punto donde se intersectan la línea recta de la futura profesión y la curva caprichosa de ese hobby nocturno.
Como una Carrie cualquiera en una ciudad del décimo mundo sin mas obsesión disponible que el pelo en línea recta a pesar de la humedad, me propongo encontrar

Nadie transmite realmente una idea si no le atraviesan audaces, las líneas que pretende contar. Para contar de la vida hay que vivir, para hablar del amor hay que enamorarse, para susurrar una travesura hay que cometerla...Bajo esas condiciones me dedique a ser el objeto de prueba constante. Y aquí estoy viviendo la fantasía al descubierto, al borde de la ridiculez y en medio de la nada. Pensando en el próximo capitulo, si la tentación de la gatorade en el desierto tendrá una segunda parte que se pueda contar... o si quedara sumergida la fantasía en el palabrerío confuso de estos párrafos que dicen a medias.
Paciencia, hay que terminar de vivir para poder decir.
“No, no puedo enamorarme de ti...” canta Sabina, de fondo musical...
“.. si quieres quererme voy a dejarme querer si quieres odiarme no me tengas piedad\ pero hay una cosa que no vas a lograr\ y es hacer negocios con la necesidad...\ no, no, no...puedo enamorarme de ti...”
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